Caso sin resolver.
Bartomeu Cabello Venzala, el profesor de gimnasia, que murió
de un disparo mientras estaba en su casa en Can Morgat, junto al lago de Banyoles (Girona). Este año se cumplirán diecinueve largos años sin una sola pista policial del crimen.
Una de nuestras hipótesis indica que Bartomeu
Cabello, Men, como lo llamábamos afectuosamente sus amigos y familiares, podría haber sido víctima de
una revancha que no iba dirigida a él sino que estaba relacionada con el
naufragio de la barca La Oca que se hundió en el estanque de Banyoles el 8 de
octubre del 1998, un mes antes del crimen, y que causó la muerte de 21
jubilados franceses.
Nuestra hipotesís apunta que el homicida
quisiera atentar contra otro Bartomeu, Bartomeu Gayolà, uno de los amos de las barcazas de recreo que fue condenado por el naufragio. Es muy sintomática la
coincidencia de nombres y además remarcan es también muy posible la confusión de
lugares, puesto que Can Morgat, el escenario del crimen, está junto al
estanque. Y justo al lado opuesto,se encuentra el
establecimiento de los amos de las barcas de paseo.
Para justificar esta teoría de la
revancha, hay que recordar la animosidad manifiesta que hubo en su día por parte la asociación de víctimas del naufragio hacia los responsables del naufragio y que, además de
la ofensiva judicial que emprendieron, incluso anunciaron una campaña para
perjudicar el sector turístico de Cataluña, recomendando a los franceses que se
abstuvieran de venir.
Por tanto si el autor del fatídico disparo fuera un
francés, explicaría por qué los Mossos, la policía autonómica de Cataluña, no encontraron la arma homicida a pesar
de que inspeccionaron todas y cada una de los carabinas del calibre 22 registradas
legalmente en Cataluña.
En su día, en el 2011, se solicito se empezará a investigar todo el en torno a los familiares de las víctimas y también a comprobar si alguno de ellos durante el año 1998 era titular de un arma del
calibre 22 , o bien con antecedentes policiales, cazador,
miembro del ejército, de las fuerzas de seguridad, practicando de tiro
olímpico... pero se descarto iniciar investigación alguna.
No era, ni es un caso mediático.
Habría que evitar que el asesinato de
Bartomeu Cabello se convierta en el crimen perfecto, como suele pasar en casos
de crímenes sin móvil, cuando no se puede establecer ningún vínculo entre la
víctima y el homicida.
En este caso, puede haber un móvil, la
venganza por los muertos del naufragio, pero que el autor erró el objetivo y el
escenario del crimen. Consideran imposible que nadie pretendiera matar Bartomeu
Cabello, que era un hombre que hacía una vida muy tranquila, un deportista, y
que no tenía enemigos.
Foto de nuestro amigo Men, Bartomeu Cabello, haciendo escalada.
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